miércoles, 25 de noviembre de 2009

A partir de ahora...



Hace algunos años, trabajando en un hospital, una compañera de trabajo me dijo unas palabras que yo interpreté como sólo podia interpretar por aquel entonces. Dichas palabras han ido adquiriendo un siginificado distinto (para mi) conforme ha ido pasando el tiempo y es que ya no soy aquella persona que se cabreó cuando escuchó dichas palabras. Sí, cogí un cabreo monumental y no supe ver la gran lección que encerraban sus palabras, y es que cuando uno cree tener la razón da igual lo que digan los demás, porque el ego y sus razones prevalecen sobre las de nuestros semejantes. "Yo sé más que tú; tú no sabes nada; mi religión es la mejor; mi teoría es la única verdadera; mi filosofía no tiene igual; mi camino es el único verdadero....." Yo, yo, yo....mi, mi, mi...es ésta una lucha estéril con uno mísmo, una lucha que alimenta a ese ego porque, entre otras cosas, de ello vive. Ahora, y no sin cierta vergüenza, admito lo inadecuado de aquella interpretación, pero por otra parte me alegro porque algo en mi siente que: "A partir de ahora no sé ni leer ni escribir".


Gracias por hacerme ver...

sábado, 21 de noviembre de 2009

Conversaciones contigo V



La historia mas bonita jamás contada es la historia de cada uno de nosostros. Y es nuestro deber, el único deber lícito, que así sea.

martes, 17 de noviembre de 2009

¿Dónde quedó?



Caminando con alegría, sin el peso de la tristeza, arriesgando por el otro/a, intentando llegar a donde está vedado, recorres el amplio sendero de la ingratitud y de la incomprensión.
Y cuando crees que has llegado, cuando crees que ya te toca, alguien te da una hostia y te manda al final de la cola. Pero qué le vamos a hacer si en este mundo en el que vivimos aprendemos a reir cuando ya no tenemos dientes. Te cuentan dos historias, una falsa y la otra también, te dicen que “no volverá a ocurrir” y te engañas con ilusión sintiéndote culpable por desenmascarar al otro/a que sólo pretendía satisfacer sus propios deseos.
Luego te entran las prisas por arreglarlo todo, dejas de comer y te comes la cabeza, dejas de dormir porque sueñas despierto/a con una vida que no es tuya sino de otro/a. Porque lo ves y sabes que estás equivocado, que nadie cambia, ni siquiera la realidad. Aprendes a vivir conformándote con lo que tienes, que no es más que miedo a ser tú y que al otro o a la otra no le guste y entonces juegue a darte patadas para que despiertes de tu vida porque la suya no se tiene en pie. Y te dejas avasallar creyendo que hay que ceder para que no se rompa la goma, la mierda de goma que has creado, una goma pasada que antes o después se romperá en mil pedazos dándote en las narices y haciéndote sangrar y, a pesar de eso, tu mirada sigue nublada, tu corazón estrangulado y tu mente diciéndote que aquí no pasa nada. Y entonces vuelves a empezar, te vuelves a poner en la cola, con la cabeza baja, un nudo en la garganta y un par de ilusiones en las manos. Sabes que si llueve te vas a mojar y que nadie te va a prestar un paraguas, mientras tanto ves cómo hay gente que abandona la cola prometiéndose no volver más, no volver a caer, y tú, que ya has cogido fuerzas, las pocas fuerzas que te quedan, las que no has empleado para hacer lo que realmente querías, tú, desde algún lugar de esa cola, engullida por todos los que son como tú, compadeces a aquellos que “se salen” prometiendo no volver, porque tú ya has pasado por ahí, de forma voluntaria o de un guantazo. Tú ya tienes experiencia, es una experiencia que te va a ayudar a no volver a caer, pero…aun estás en la cola, esperando a que el otro/a se de cuenta de que también existes, de que estás cansado de que te den con la puerta en las narices, de que te exijan, de que te reprochen, de que te miren mal, de que te critiquen, de que no te comprendan…pero no importa, el otro siempre es más importante, y siempre hay algo que hacer para distraerte, para no ser, para no hacerte cargo de ti y de lo que verdaderamente importa. Pero no importa porque parece que no te vas a morir nunca, porque ya vendrá una racha de buena suerte. No importa porque lo que tú sientes no vale nada y a nadie le importa, así que para qué llorar, para qué ser feliz cuando se puede fingir, aparentar, negar, engañar, olvidar, rellenar, postergar, cerrar los ojos, dejar de escuchar, actuar con el guión que te han marcado. ¿En qué engaño perpetuo quedó atrapado tu corazón cuando decidiste dejar de ver?. Estás en la cola y te entran unas enormes ganas de salir de allí y de unirte a los pocos que han elegido ser lo que son, a los pocos que han elegido dejar de negarse. Estás en la cola y dos lágrimas recorren tus mejillas; tu vista está nublada, tu mente enfurecida, tu corazón….¿Dónde quedó?.

jueves, 12 de noviembre de 2009

Conversaciones contigo IV



Quiero que sepas algo. Yo no soy nada, es a lo que aspiro. No puedes llenar y dar sentido a tu vida si antes no te vacías. Vaciarse es un acto complejo, que requiere renunciar a muchas cosas, la mayoría innecesarias. Requiere renunciar al deseo cuando éste se convierte en necesidad. Requiere poner al ego en su sitio. Requiere descargarse de tanto peso que arrastramos por la vida, la mayor parte un peso que hemos cogido sin tener nada que ver con nosotros. En la medida que yo soy más consciente de mi mismo soy capaz de darme cuenta de lo que importa y de lo que no y para ello volvemos a mirar. Tu pequeño escalón a superar. Mirar es sólo mirar. Mira sin sacar conclusiones, sin interpretar, mira solo para comprender. Podemos mirar la nieve e interpretar que es roja, verde , azul, o blanca, la calificamos, la escudriñamos y la juzgamos. No. Solo se precisa mirar la nieve. Nada más. No te preocupe lo que te venga a la mente, lo que venga déjalo pasar, déjalo que pase a traves de ti y quede su esencia impreganda en tu propio ser pero sin ser parte de él. Si te enredas en tu percepción y formas parte de ella  dejas de ser objetiva. Es como el observador que mira la naturaleza pero no interviene, solo deja que ocurran los acontecimientos y entonces comprende lo que es la naturaleza.
Y ahora ¿cómo estás? ¿Sabes una cosa? Aunque creas que no progresas, lo haces a cada paso que das. El agua no pasas dos veces por el mismo puente. Tu ya no eres la de ayer, aunque tu mente te haga creer que lo eres. Has investigado por ahí, eso es lo que tu crees, realmente has investigado en tu propio interior. Lo comprenderás con el tiempo. Se necesita estar en crisis para poder avanzar. Crisis y caos es la misma palabra. Del caos surge el orden. Si todo está en orden entonces "te relajas" y dejas de crecer. Y entonces.... ¿Nunca vas a estar relajada? La respuesta es que estarás relajada y creciendo cuando seas tu quien manejes y decidas tu propia vida.

lunes, 9 de noviembre de 2009

domingo, 8 de noviembre de 2009

Muestra de Derechos Humanos Básicos


 Alguien me dió esta carta de derechos y pude, por aquel entonces, incluso ahora, ver cuántos de estos derechos me estaba o me estoy negando.


1.    El derecho a mantener tu dignidad y respeto
       comportándote de forma habilidosa o asertiva, (incluso 
       si la otra persona se siente herida), mientras no violes  
       los derechos humanos básicos de los demás.
2.    El derecho a ser tratado con respeto y dignidad.
3.    El derecho a rechazar peticiones sin tener que sentirse

       culpable o egoísta.
4.    El derecho a experimentar y expresar tus propios 

       sentimientos.
5.    El derecho a detenerte y pensar antes de actuar.
6.    El derecho a cambiar de opinión.
7.    El derecho a pedir lo que quieres (dándote cuenta de 

       que la otra persona tiene derecho a decir que no).
8.    El derecho a hacer menos de lo que humanamente eres

       capaz de hacer.
9.    El derecho a ser independiente.
10.  El derecho a decidir qué hacer con tu propio cuerpo, 

       tiempo y propiedad.
11.  El derecho a pedir información.
12.  El derecho a cometer errores y ser responsable de ellos.
13.  El derecho a sentirte a gusto contigo mismo.
14.  El derecho a tener tus propias necesidades y que esas 

       necesidades sean tan importantes como las   
       necesidades de los demás. Además, tenemos el 
       derecho de pedir (no exigir) a los demás que   
       respondan a nuestras necesidades y de decidir si 
       satisfacemos las necesidades de los demás.
15.  El derecho a tener opiniones y expresarlas.
16.  El derecho a decidir si satisfaces las expectativas de 

       otras personas o si te comportas siguiendo tus intereses,
       siempre que no violes los derechos de los demás.
17.  El derecho a hablar sobre el problema con la persona 

       involucrada y aclararlo, en casos límite en que los 
       derechos no están del todo claros.
18.  El derecho a obtener aquello por lo que pagas.
19.  El derecho a escoger no comportarte de manera  

       asertiva o socialmente  habilidosa.
20.  El derecho a tener derechos y defenderlos.
21.  El derecho a ser escuchado y a ser tomado en serio.
22.  El derecho a estar solo cuando así lo escojas.
23.  El derecho a hacer cualquier cosa mientras que no 

       violes los derechos de alguna otra persona.
24.  Derecho a no enjuiciar el propio comportamiento.
25.  Derecho a no justificar el propio comportamiento.
26.  Derecho a decir “No se”, “No lo se” o “No entiendo”.
27.  Derecho a ser ilógico.
28.  Derecho a decir “Me da igual” o “Me es indiferente”.
29.  Derecho a ser feliz.
30.  Derecho a disfrutar de la vida.
31.  DERECHO A VIVIR

sábado, 7 de noviembre de 2009

Conversaciones contigo III




Si me hablas desde la razón te responderé desde la razón; si me hablas con el corazón te responderé con el corazón. Esta es la primera premisa.
Voy a tratar de simplificar bastante:
Vivimos de forma condicionada, a tal estimulo tal respuesta. Si me porto bien me premian, si no me porto bien me castigan. Es algo aprendido desde nuestra infancia. Esto hace que yo no sea yo, sino el producto de una serie de condicionamientos que son los que guían mi vida. Esto es un hábito y la única forma de romper con ese hábito es haciéndole consciente.Aun no eres consciente de tus capacidades y eres incapaz de dar un paso sin, digamos "la aprobación de los demás". Por eso la gente te hace tanto daño. En realidad no es la gente la que te está haciendo el daño, no te equivoques, la gente no tiene tanto poder sobre ti ¿o sí?. Eres tú la que se daña a si misma por las interpretaciones que haces de lo exterior a ti. Sin embargo lo exterior a ti solo es
accesorio. Todo, absolutamente todo está dentro de ti. Buscas fuera lo que ya tienes dentro. Eres un ser grande, pero no por lo que haces, con los demás, en tu trabajo...sino por lo que ya eres.
Recuerda que lo que dice o hace la gente es lo que dice o hace esa gente (entre las cuales me incluyo). Yo no voy a decirte lo que tú tienes que hacer, lo que tu tienes que hacer es una decisión que solo a ti atañe y que sólo tu puedes decidir.
¿Cuánto das de importancia a lo que la gente dice o crees que dice de tí?.¿Cómo puedes ser la actriz secundaria de tu propia vida?. TU ERES LA ACTRIZ PRINCIPAL DEL REPARTO DE TU VIDA. Nadie más. Todo lo que venga será para ti, bueno o malo (no me gusta emplear el término bueno-malo, pero para que nos entendamos). Vive la situación en la que te encuentras, llora, rie, ponte rabiosa, haz lo que te pida el cuerpo, el alma o el corazón, pero no te quedes enganchada. Atraviesa la emoción. Todo pasa...pero si nos revolcamos una y otra vez con nuestras emociones y sentimientos, sean "buenos o malos", no podremos recorrer el camino. Y ese camino sólo puede llevarte a un sitio, al mejor lugar que hayas conocido jamás...a tí misma.
Sé compasiva contigo misma, no te juzgues NUNCA, no te machaques, eres tu mejor activo, tu mejor tesoro. Trátate con amor. Lo que digan o hagan los demás no importa. No puedes otorgarles tanto poder sobre ti. La gente no puede hacer que tú te enfades o llores, eres tú la que se enfada o llora.
Debajo de esa coraza hay un ser muy sensible. Ser vulnerable hace que avances en tu crecimiento. Permítete ser vulnerable. No tienes que agradar a nadie, solo tienes que ser tú y cuando por fin seas quien eres la gente dirá: ¿Eres tú de verdad?. A lo que responderás: Soy lo que ves. Te habrás ganado el verdadero respeto y el verdadero amor de la gente que verdaderamente te quiere. Otros desaparecerán de tu vida, pero el precio que tienes que "pagar" es ínfimo con lo que vas a conseguir.
Sólo quiero que te hagas una pregunta: Cuando estés agobiada, triste, cuando hayas reflexionado, pensado,sentido, experimentado, cuando ya te hayas dado mil cabezazos contra la pared, pregúntate "Y ahora ¿qué voy a hacer con todo ésto, qué es lo que yo (no lo que esperan los demás que hagas) quiero hacer con ésto?"
No te preocupes por lo de la "mirada", te lo explicaré más adelante. Pero por favor, te ruego que si quieres decirme algo lo hagas desde el corazón. Me resulta más fácil responderte.
Ésto es sólo lo que yo digo...

viernes, 6 de noviembre de 2009

Conversaciones contigo II



Soy todo lo que ves y lo que no ves. Permítete ser o estar como tú quieras ser o estar a cada momento. No hay reglas y los muros los pone el ser humano. Reflexionar, pensar, te sirve para resolver un problema matemático pero ni alma ni corazón atienden a ningún tipo de ecuación. Mira para comprender. Mira como si te salieras de ti misma y observarás lo que está ocurriendo. ¿Qué ocurre?. Solo mírate, mira a ver qué dice tu corazón, pero no lo interpretes, no lo juzgues, no  reflexiones, tan solo mira para comprender...

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Conversaciones contigo I




Parece que lo que quieres no está en consonancia con lo que piensas. Eso causa gran confusión, hasta el punto de creer que sigues en el mismo sitio. Pero no estás en el mismo sitio, una vez que decides empezar ya no puedes parar. Habrá días que creerás que no avanzas, otros que vas hacia atrás...y otros que te mueves a la velocidad de la luz. Olvida esos "debería", "tendría que"...son los recursos del miedo. Céntrate en ti porque es desde tu centro desde donde puedes abarcar un hermoso y maravilloso paisaje.
La ola va horadando la roca inexorablemente. Tus pensamientos hacen lo mismo contigo. No puedes impedir que la ola haga lo que hace pero sí puedes evitar que tus pensamientos causen el efecto que causan en tí.
¿Te he dicho alguna vez que no existen las casualidades?¿Te imaginas a Dios jugando a los dados?. Esa experiencia es tuya, da gracias por haberla tenido y sácale el mayor partido posible. No importa el "qué" sino el "cómo".Todo ocurre como ha de ocurrir y está bien así.