Se me hace extraño volver a escribir aquí habiéndome despedido ya unas cuantas veces, pero parece ser que eso es lo que tocaba. Claro que, también se me hace extraño estar aquí, inmerso en la rutina diaria, aquí, en el reino de la prisa, un reino vacío sin posibilidad de ser llenado, un reino que yo y otros tantos como yo hemos creado.
La cuestión es que vuelvo del Camino de Santiago y siento la necesidad de escribir unas letras hoy.
"¿Motivos religiosos?" -dijo la empleada de la oficina de peregrinación de la Catedral de Santiago-
"No."
"¿Espirituales?-volvió a preguntar-"
"No."
"Pués entonces ha de saber que la "compostela" (certificado que te dan cuando acabas el camino) no se la puedo dar. A cambio le entrego un certificado de bienvenida"
"Está bien"
Sólo es una anécdota más de las tantas que me acaecieron durante el "camino". Pero antes de empezar a caminar yo ya había comenzado mi particular camino. Pero esa entrada la dejaré para otro día: ¡aun estoy aterrizando!
7 comentarios:
¡¡Gracias, gracias y graciassss!!
Buena vuelta.
Un abrazo.
Es como ir a buscar pan y quejarse de que tiene harina.
Has puesto la foto en sintonía con ese sentimiento,,,,jajaj seguro.
Vamos,,,las tienes mejores ;)
mic......mic
Pete!
De nada, Ana...
Solo es un papel que no acredita nada, como todos los papeles...
Un beso
PD: tres veces al dia...
Gracias, Amelia...
jia-jia-jó...
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