sábado, 12 de abril de 2008

Segundo elemento del zen: la cotidianidad


Muchas personas conciben a Jesús como un hacedor de milagros, pero son pocos los que llegan a conocerle como artista y maestro de “magia cotidiana”. John Wel­wood, escritor y psicólogo, dice lo siguiente:

La magia, en el sentido en que la utilizo, es una apertura repentina de la mente a lo maravilloso de la existencia. Es la sensación de que la vida contiene mucho más de lo que reconocemos habitualmente, de que no tenemos que confinarnos en la limitada visión que nos ha impuesto nuestra familia, nuestra sociedad o nuestros pensamientos habituales, que la vida consta de muchas dimensiones, profundidades, texturas y significados que se extienden mas allá de las creencias y los conceptos que nos son familiares.­­­­­­

El zen se denomina “magia cotidiana” por dos razo­nes. En primer lugar, induce el despertar espiritual en el es­tudiante con medios naturales y corrientes; el poder so­brenatural no forma parte de la tradición zen. Segundo, y más importante, el zen dirige nuestra atención hacia las maravillas de lo habitual. Hay una dimensión oculta de belleza, riqueza y armonía en el mundo cotidiano que nos rodea, pero apenas lo advertimos. El zen intenta estimular nuestra sensibilidad hacia estas maravillas naturales y así recuperar la alegría en la vida diaria.

El zen es el arte de mirar. Como en otras artes, el ob­jetivo de la magia cotidiana no es tanto cambiar el mundo exterior, sino verlo bajo otra luz. Si puede decirse que el zen tiene un objetivo, sería el satori (iluminación). D. T. Su­zuki, uno de los pioneros del zen en Estados Unidos, defi­nió el satori como la adquisición de una nueva perspec­tiva. Al igual que en otras artes, en el zen es la “mente del principiante” la que posibilita la magia, al verlo todo como si de una novedad se tratase.

Jesús era mucho mas poderoso y eficaz con su “magia cotidiana” que con sus milagros. Los fariseos y los escri­bas presenciaron u oyeron hablar de los milagros de Jesús, pero le crucificaron de todos modos. No obstante, su “ma­gia cotidiana” ha tenido repercusiones auténticas y duraderas en aquellos que prestan atención. En el Sermón de la Montaña, por ejemplo, Jesús enseñó la paz en el presen­te mediante “los pájaros del cielo” y “los lirios del cam­po”. Aunque sólo eran elementos corrientes, Jesús logró con ellos un gran efecto porque los utilizó no para impre­sionar, sino para despertar algo subyacente en los corazo­nes de quienes le escuchaban.

En cualquier caso, enseñar lo espiritual mediante lo corriente y terrenal es una característica del zen. Para el occidental habituado a trazar una clara división entre lo espiritual y lo mundano, parece impensable; sin embargo, es lo que hace del zen algo tan interesante y poético. D. T. Suzuki comenta:

El zen se revela en la vida más anodina y falta de interés del hombre corriente, reconociendo la realidad de vivir la vida tal como es. El zen prepara sistemáticamente la mente para que lo advierta; abre la mirada del hombre al mayor miste­rio, al que se lleva a cabo cada día y cada hora; ensancha el corazón para que abarque la eternidad del tiempo y la infi­nidad del espacio en cada latido; nos hace vivir en el mundo como si paseáramos por el jardín del Edén, y todas estas proezas espirituales se consuman sin recurrir a doctrinas, sino afirmando, de la forma mas directa posible, la verdad que se encuentra en nuestro ser interior.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Toni,,,
Precioso ,,,,,uuhhhhhh,,,,
La foto,,,muy sugerente.
Amí me recuerda como un pensamiento nervioso,,,impulsivo,,,..
Pero q fluye y pasa,,está ahí y YO SOY EL OBSERVADOR DE MI PROPIO PENSAMIENTO,,qu igual q llegó,,,marchó..
uhh,,,jajaja,,,de una calma total
Pero el resto de mí es inmutable,,,,
Que waiiiiiii!!!!,,,Ánimo con las fotos,,,ajaja,,,,zen,,,uuuhhhh,,,
Isabel

Antonio dijo...

Jajajaja!!!!!!, nos vamos a hartar de fotos y de zen, aunque como ya le he dicho a Fuego, soy como el Guadiana, aparezco y desaparezco. Es algo a lo que me tengo que acostumbrar.
Otra vez has dado en el clavo con la foto. Yo también pienso igual. Donde vivo hay dos mares, uno pequeño (El Mar Menor) y otro grande. Son totalmente diferentes, son como el Ying y el Yang. Imposible expresarlo con palabras. Mejor con imágenes.

Besos

Vicky dijo...

Interesante... aun que la vida de jesus se interpreta cada uno de acuerdo a sus creencias, aun que hay enseñanzas en otras muy admirables y de las cuales deberíamos aprender....
Un abrazo

Antonio dijo...

Vicky: Sí que es interesante. Siempre podemos aprender, del Jesús de la Biblia, o del Jesús maestro zen, de Buddha, de Mahoma, etc. Lo importante es extraer todo lo bueno que hay en ellos y que cada cual profese la religión o filosofía en la que crea, sin pensar que una es mejor que otra, tan solo que cada cual es libre de pensar como quiera siempre y cuando no menoscabe la libertad de los demás. Ya sabes el dicho: "Mi libertad termina donde empieza la de los demás".

Un beso

Antonio dijo...

Fuego: es normal que pueda haber gente que no esté de acuerdo con la visión de un Jesús distinto al de los Evangelios. Paradójicamente Jesús fue vilipendiado por los fariseos, que eran muy creyentes de la ley de Dios.
Lo que debe imperar siempre es la tolerancia. Las enseñanzas de Jesús no son exclusivas ni de unos ni de otros.Quien crea estar en posesión de la verdad todavía le queda que aprender mucho.

Besos

Anónimo dijo...

Efectivamente,,,estoy de acuerdo,,,,
es como,,,YO SOLO SÉ ,,QUE NO SÉ NADA,,,,unos a otros,,nos ayudamos desde el respeto,,,son eso,,,jaaja,,,,,pasos,,,jajaja,,,,
FUEGO,,,já,,,me salió el nombre,,,,
que waiiiii!!! ahora ya lo utilizo,,,curioso,,¿VERDAD FUEGO?

uN SuPeR aBrAzO,,,,:)

Antonio dijo...

Esxpediente X jajaja