El ombligo del mundo

Vivimos los humanos pendientes de nuestros "grandes problemas", esos que no nos dejan dormir, esos que sólo tenemos nosotros y que los demás no tienen, esos que nos impiden llevar una vida feliz y adecuada a nuestras aspiraciones personales. Y para solucionar esos problemas somos capaces de hacerlo todo o de no hacer nada, casi nunca elegimos el termino medio. Ante un determinado problema cada cual reacciona de una determinada manera. Pero el tema que me ocupa hoy no es él cómo reaccionamos ante ese problema sino el por qué nos creemos tan desgraciados por tener ese problema. Entiendo que hay problemas irresolubles y otros que no lo son, unos más graves y otros menos, pero sea cual sea el problema su solución siempre pasa por "relativizarlo", que no obviarlo.

En las imágenes que presento para este post se aprecia el tamaño de la Tierra en comparación con los demás planetas y estrellas. Somos tan pequeños en el Universo que, vistos desde la estrella más grande, esos problemas que a veces son un mundo para nosotros, son como una mota de polvo a nuestro lado, apenas visible a nuestros ojos. Esto es relativizar porque,nos hemos creido que somos el ombligo del mundo y apenas somos una particula microscópica en la infinidad del Universo. Seamos pues conscientes de ello. Problemas siempre vamos a tener, sobre todo porque nuestro aprendizaje está basado en la resolución de problemas, pero al menos elijamos la opción de relativizarlos y no de agrandarlos, simplemente encarémoslos objetivamente y teniendo presente que lo que ocurre no ocurre al azar, siempre tiene un significado y ese significado no lo vamos a encontrar en un extremo u otro sino en el camino de en medio, aquel en el que todo es relativo.