Nada permanece invariable, ni siquiera nada permanece. Intentar acaparar o guardar su esencia es inútil, por eso es mejor aceptar los cambios que se producen, pero aceptarlos con el corazón.
La belleza de una persona radica en sus posibilidades de cambio; la belleza de quien contempla ese cambio radica en sus posibilidades de adaptarse a ese cambio. Así, por ejemplo, el amor desaparece cuando nos anclamos en nuestras creencias e ideales sobre él. Pero el amor no es estático y si no aceptamos su dinamismo al final se acaba.
Aceptar y aprender de los cambios es la mejor manera de vivir ese cambio, ese cambio continuo que es la vida.
domingo, 17 de febrero de 2008
Aceptar
Publicado por Antonio a las 23:23:00
Etiquetas: Reflexiones
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6 comentarios:
la verdad y la realidad nos guste o no hay que aceptarla, están ahí
besos
lágrimas de mar
Ejem, discrepo.
Pero solo en parte. Está bien aceptar los cambios, peeeero si lo aceptásemos sin más seriamos unos conformistas.
Si un cambio en nuestras vidas se produce tiene unas razones y unos porqués, pues ahí es donde hay que analizar, hay que analizar las razones de esos cambios, averiguar e interiorizar los porqués,esos cambios son analizados y pueden tener una aceptación positiva, de la otra manera aceptándolos sin más dejas de saber las razones y seria como un laberinto sin final, al que siempre llegas al mismo sitio y nunca encuentras la salida porque no analizas el recorrido.
Nu sé si he sio clara :P
Por cierto, el texto ta quedao mu lindo eh...
Si, Lágrimas, ahí están, la verdad y la realidad, a las que a veces calificamos como "la triste realidad" o "la dura verdad",cuando los tristes y duros somos nosotros mismos.
Un beso
Fuego, esperaba que discreparas, de hecho siempre espero a que alguien lo haga para poder ver lo que escapa a mi entendimiento. Para mi es una suerte, una gran suerte...
Muack :<)))
Aquí valdria lo de renovarse o morir.
Los cambios siempre son un riesgo, pero cómo dicen en la tele en algún spot Qué sería de la vida sin una parada más.
Porque hablamos de cambiar, de dejar marchar, de soltar por dentro sentimientos y miedos que a veces nos impide el difícil arte de vivir.
Lo fácil es cambiar de coche...pero de lo qué hablo, ya es otra cosa.
¡Ya lo creo, Anna! No se trata de cambiar de coche o de casa (aunque a veces esto también puede ser un problema ;-)), pero claro, como todo en esta vida, que es puro cambio, hay que estar bien entrenado/a y coger ese cambio como algo natural y, como dice Fuego, analizar los porques.
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