viernes, 4 de abril de 2008

El reino de los cielos

Jesús dijo que el reino de Dios “está en vosotros”. Esto significa que no puede buscarse. Sólo podemos buscar lo que no tenemos; ¿para qué buscar lo que ya está en nosotros?. En realidad, es dicha búsqueda la que obstaculiza nuestro camino hacia lo eterno, porque refuerza el ego. Hay que recordar que la belleza sólo puede experimentarse en la zona sin pensamiento ni tiempo, donde el ego desaparece.

No obstante, muchos siguen buscando el reino porque no reconocen su presencia inmediata (aquí y ahora) en nuestro interior. Tales búsquedas son vanas. La situación sería la de un pez en el océano que busca agua, sin advertir que se halla rodeado de ella. Curiosamente, cuanto más cerca está algo de nosotros, más difícil resulta detectarlo.

Jesús ni confirmó ni negó la existencia de vida ultraterrena. El reino significa acabar con los pensamientos y tanto la afirmación como la negación implican la existencia de pensamiento. El zen trasciende ambas dualidades. El reino de Dios está en la zona sin pensamiento, fuera del alcance de la mente racional/lógica donde domina el hábito de pensar en términos de “A o no A”.

A primera vista, Jesús parecía responder a las preguntas que le planteaban sobre el reino de Dios, pero en realidad señalaba hacia una verdad mayor. Puesto que se trata de preguntas mal formuladas, responder de una forma u otra sería ridículo. Si se me pregunta si cierta mesa es hombre o mujer, la única respuesta adecuada es reírse; no valdría la pena plantear o debatir la cuestión. Como observó el filósofo Zhuang Zi, “es fútil hablar de la nieve con un insecto veraniego que nunca la ha visto”

El reino no es una cuestión que deba pensarse. Como tal, tampoco es una cuestión temporal (porque sin pensamiento no hay tiempo). Sin embargo, tradicionalmente se habla de él como si se tratara de un acontecimiento futuro.

El motivo es evidente. El reino siempre se ha concebido como acontecimiento futuro porque vivir en el futuro, en lugar de en el presente, es un hábito del hemisferio izquierdo. Bhagwan Shree Rajneesh ofrece un hermoso diagnóstico de la situación:

“La mente humana desaparece en el presente. Vive en el futuro, en la esperanza, en la promesa del futuro; se mueve mediante el deseo. El deseo necesita tiempo, el deseo no pude existir sin tiempo. Si de pronto nos encontramos en un momento en que el tiempo ha desaparecido, si no hay tiempo, ni mañana, ¿qué le sucederá a nuestro deseo?. No puede moverse, desaparece en el tiempo.”

El reino de los cielos (que está en nosotros) es la tierra de dicha suprema donde no existe la codicia, el deseo, la ira o el miedo. Pero ¿cómo entrar?. Jesús abrió la puerta al mostrarnos que no hay puerta alguna, en el siguiente pasaje del Evangelio de Lucas:

“Mientras proseguían su camino, Jesús entró en una aldea y una mujer llamada Marta le acogió en su casa. Tenía una hermana llamada María, que se sentó a los pies del Señor y escuchaba sus enseñanzas. Marta, que estaba muy ocupada con los menesteres de la casa, se acercó a Jesús y dijo: Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola con todo el trabajo?. Dile que venga a ayudarme. Pero el Señor le respondió: Marta, Marta, te inquietas y preocupas por muchas cosas; solo una es necesaria. María ha elegido la parte buena y no le será arrebatada.(Lucas 10, 38-41)

Aquí Jesús vuelve a enseñar el arte de vivir. Lo que María tenía, a diferencia de Marta, era concentración. El arte de vivir, como todo arte, requiere concentración. Para ser artista, hay que perderse en el arte. Sin perderse es imposible escuchar, ver o ser. Jesús alabó a María porque escuchaba, prestaba atención sin esfuerzo en el momento presente. Cuando se es consciente del momento, no hay pensamiento ni tiempo. Se está en el reino.

Por el contrario, Marta estaba distraída. Por hallarse ocupada en diversos asuntos mundanos, no prestaba atención al momento. Como resultado, le angustiaban todo tipo de pensamientos e inquietudes. Jesús le dijo que, aunque tuviese muchas cosas en la cabeza, sólo una era necesaria: concentrarse en la tarea que esté a mano.

Son muchos los que creen que para entrar en el reino de los cielos hay que combatir la ira, la violencia y la lujuria de nuestra mente, pero Jesús enseñó un método totalmente distinto: vivir el momento. Cuando se está verdaderamente concentrado en la tarea que se tiene a mano, no pueden surgir emociones negativas.

El reino existe en la zona atemporal. La implicación de ello es que la felicidad no es un producto del tiempo. El maestro Jesús nos reveló un gran secreto: la puerta de la eternidad se encuentra en el momento. Muchos de nosotros, sin embargo, consideramos que la felicidad se materializa en el tiempo. Esta interpretación errónea es fuente de mucha tristeza.

¿No os parece?

8 comentarios:

Fuego dijo...

Wow, muy bueno, yo me abstengo de opinar ya que es un tema nuevo para mi, no he estudiado nada sobre la palabra de Jesus, y no puedo opinar sobre ella, pero de todas formas me esas revelando algo muy diferente a lo que conozco sobre él.

Y sí parece un maestro Zen sí.
Si tienes más pues adelante que me impacienta la espera :D

Es broma pero leeré con atención lo que sigas poniendo.
Hoy ha sido una tarde de lectura para mi y me alegro terminar el día con este tema.

Dulces sueños chiquillo
Tashi Delek

Anónimo dijo...

Hola wapos!!!
Alinearse en el ahora----ese pensmiento es lo unico real en el momento,,,,,y esa realidad,,no es un minuto después.
Precioso texto-----
Preciosa la fotografía,,,transmite mucha paz.
Muchas gracias,,fuego,,,,muchas gracias Antonio...

y Ahora,,,en el ahora,,,a dormir,,,,mi momento real está agotado,,," ahora marcho a cargar las pilas para " mañana" seguir.....en el ahora.

Felices sueños,,,,salu2

Antonio dijo...

Pues si lees o leeis los Evangelios ahora podreis ver, desde otra perspectiva, la enseñanza que realmente encierran y que difiere y mucho de la enseñanza que "nos han interpretado" tradicionalmente.

Y así es, es el ahora y el aquí cuándo y dónde se encuentra el reino de los cielos.

Besos

Fuego dijo...

Eso he creído yo siempre,Que vemos la pintura con otros ojos que con los que creó el propio pintor.

Muy buenas tardes amigos :D

Antonio dijo...

También hay que tener en cuenta el hecho de que Jesús no dejó nada escrito...

Saludos

Vicky dijo...

Estoy totalmente de acuerdo.... me gusta mucho tu reflexión.... para que buscar lo que hay en nuestro interior, no debemos ser tan ciegos.
Un fuerte abrazo

Antonio dijo...

Me gusta veros por aquí a todas y digo todas porque sois todas mujeres. Vuestras aportaciones son muy sabias y eso enriquece este lugar, aveces más que la propia reflexión.

Gracias

Fuego dijo...

Estoy de acuerdo contigo, este blog se compone por todo el grupoq ue somos, aunque la mayoría mujeres ¬¬ todos apostamos por un poquito de nuestra sabiduría. A mi también me encanta dialogar y en pocos sitios se dialoga algo que no sea política o lo típico de siempre.Aquí se deja algo y todos le sacan su lógica, en otros sitios solo se espera "que bonito" o "que bien escribes" etc, aquí no, aquí todo cooperamos.

En fin,,, que me encanta este blog.